He dejado el trabajo y me arrepiento, ¿qué puedo hacer?
Muchas veces podemos actuar por impulsos. El estrés y la tensión que se suele vivir dentro del entorno laboral puede hacer que, en ocasiones, tomemos decisiones de forma un tanto precipitada y de las que luego nos arrepintamos. Es importante que, antes de estallar, pienses bien cuáles son tus siguientes pasos y qué planes tienes a nivel laboral. Pero esta premeditación no siempre es posible y, por eso, puede ser que te encuentres en la situación de "He dejado el trabajo y me arrepiento". Si este es tu caso, sigue leyendo este artículo de Psicología-Online en el que vamos a darte una serie de consejos para que puedas resolver esta situación y volver a recuperar la estabilidad laboral en tu vida.
Te arrepientes de dejar el trabajo pero ¿por qué?
Si has dejado el trabajo y te arrepientes es posible que, ahora, estés valorando la opción de volver. Sin embargo, antes de dar este paso, es importante que analices los motivos por los que dejaste el trabajo y los motivos por los que ahora te estás arrepintiendo.
Debemos tener en cuenta que, muchas veces, el paso del tiempo hace que "se curen las heridas" y lo que ayer veíamos insufrible, hoy no lo veamos tan malo. Sin embargo, si antes nos molestaba, seguramente nos volverá a molestar si regresamos al mismo punto.
Por tanto, antes de tomar alguna decisión te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:
Analiza las causas por las que dejaste el trabajo
Si estabas aburrido/a, quemado o te sentías estancado, lo más probable es que, cuando vuelvas, al cabo del tiempo estés en el mismo punto. El miedo no puede ser el motor en nuestras vidas y, por tanto, si el trabajo lo dejaste de forma plenamente razonada, entonces volver a él puede ser un error. Sin embargo, puede darse el caso de que actuaras de forma intempestiva e impulsiva, que ocurriera algo en tu vida que te hiciera dejar un puesto en el que te sentías realizado y feliz.
Es esencial que sepas por qué tomaste la decisión. Y, sobre todo, que no te autoengañes, pues no te llevará a nada. Practica la sinceridad y la honestidad contigo mismo y recuerda los motivos por los que decidiste cortar esa relación laboral. Solo así, encontrándote con la verdad cara a cara, podrás tomar una decisión.
Analiza tu arrepentimiento
Una vez ya te acuerdes de por qué dejaste el empleo, es el momento de averiguar los motivos por los que, hoy en día, te sientes arrepentido. Aquí es donde pueden confluir más sentimientos y emociones que pueden llegar a ser contradictorios. Por ejemplo, el miedo es uno de los principales motores que nos pueden hacer recular en una decisión que habíamos tomado. Puede ser que dejaras tu trabajo porque querías probar suerte en otro sector o emprendiendo un nuevo negocio, sin embargo, si las cosas no han ido del todo bien, seguramente quieras volver a tu zona de confort para evitar pasar un mal trago.
En estos casos debes tener en cuenta que la decisión que tomes es únicamente tuya. Nadie puede decirte qué es lo mejor que debes hacer. Pero, eso sí, es importante que valores la posibilidad de empezar en alguna empresa nueva pues, lo que está claro, es que los cambios en la vida siempre son positivos. De todo se aprende y, cuanto más nos movemos, más nos enriquecemos. Sin embargo, la decisión final solamente es tuya y deberás escoger en función a tus necesidades reales y personales.
Piensa en tu futuro, no en tu presente
Y, por último, si te arrepientes de haber dejado el trabajo, antes de volver a llamar a la puerta te recomendamos que pienses una cosa: ¿te imaginas en el futuro trabajando en esa empresa? Piénsalo con el corazón en la mano, siendo totalmente sincero contigo mismo. Muchas veces, este sentimiento de arrepentimiento viene movido por el miedo e, igual que tomamos la decisión de dejar el trabajo, puede venirnos a la mente la emoción de arrepentimiento.
Sin embargo, antes de seguir dando palos de ciego, lo mejor es que pienses si, realmente, te ves trabajando durante algunos años en esa empresa. Si la respuesta es que no, lo mejor es que busques otro empleo, en otra empresa, para poder volver a comenzar de nuevo. Volver a los orígenes solo por "miedo" no es, en absoluto, recomendable.
4 consejos para volver al mismo trabajo
Si has dejado el trabajo y te arrepientes, después de haber hecho el ejercicio de reflexión que te acabamos de indicar, puede ser que hayas tomado la decisión de volver al mismo empleo. En estos casos, tienes que tener en cuenta estos consejos que te ayudarán a retomar tu puesto laboral y hacerlo de la mejor forma posible. Nunca es posible volver al mismo punto del que nos fuimos, la vida va cambiando y los empleos también. Por eso, te recomendamos que te lo tomes como una nueva oportunidad laboral, como un "vuelta a empezar" y, así, podrás volver a vivir la emoción de un nuevo trabajo.
Aprovecha tus contactos
Es muy probable que en la empresa todavía queden algunos antiguos compañeros que sigan trabajando allí. Por tanto, una buena manera de intentar volver al mismo empleo es que contactes con ellos para ver cómo está la situación. Ellos también podrán "allanarte" el terreno hablando con el responsable o con recursos humanos para que tengan en cuenta tu candidatura. Es una forma directa de poder volver a entrar en plantilla ya que conocen cómo trabajas.
No será fácil
Aunque, a simple vista, puede parecer que volver a un antiguo empleo puede ser algo sencillo, no lo será. Es posible que tanto tus superiores como tus compañeros te pregunten sobre las causas por las que dejaste el trabajo. Además, puede ser que tu decisión de abandonar el puesto cause algún recelo entre los jefes que puedan ver que tu perfil no es del todo fiable. Así que prepárate para dar explicaciones y para defender tu postura.
Acepta que habrá cambios
Al volver al mismo trabajo puede ser que, todos los beneficios o tareas que tenías asignadas anteriormente, ahora sean distintas. De hecho, puede darse el caso de que entres en un puesto inferior o que te hayan movido de departamento. En lugar de ser orgulloso en este aspecto, lo que te recomendamos es que te lo tomes como una nueva oportunidad para crecer y aprender profesionalmente. Intenta dejar atrás tu ego y prepárate para vivir una nueva experiencia en una empresa que ya conoces.
Sé paciente
Y, por último, también te recomendamos que no seas impaciente. Seguro que, cuando lleves unas semanas en el puesto, verás que hay algunos errores que se repiten o situaciones que ya has vivido. En lugar de acumular esa tensión y hastío, aprende de tu experiencia pasada. No dejes que "los fantasmas del pasado" puedan hacer mella en el futuro. Y, para ello, tienes que tomarte esto como si fuera una nueva oportunidad para crecer y desarrollarte. Tienes que fomentar una actitud positiva en el trabajo para evitar caer en la rutina y en el aburrimiento.
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