Cómo protegerse de la envidia en el trabajo
La envidia es uno de los sentimientos más dañinos del entorno profesional puesto que el compañerismo es real cuando una persona se alegra por los éxitos que suceden a los demás. Por el contrario, la envidia muestra el disgusto y la tristeza que siente aquel que vive el brillo ajeno como una amenaza para su propia excelencia personal. ¿Cómo protegerse de la envidia en el trabajo?
En Psicología-Online te damos ideas que pueden ayudarte a crear un clima positivo en la oficina, minimizando el riesgo de sentirte afectado por la visión de los celos puesto que puedes transformar este punto de vista por una actitud de admiración que resulta más resiliente.
Índice
-Consejos para no sentir envidia en el trabajo
-Qué hacer cuando te tienen envidia en el trabajo
-Causas de los celos en el trabajo
Consejos para no sentir envidia en el trabajo
Siempre existen personas con mejor preparación y cualificación y eso no debe ser una razón para desconfiar del propio potencial. Simplemente, existe una fuente inagotable de talento en una sociedad que destaca por la cualificación de los perfiles más especializados. Por tanto, no te obsesiones con la idea de ser el mejor porque esto afecta a tu propio bienestar.
El éxito laboral no se mide en relación con las cualidades de otros compañeros sino con los recursos humanos por competencias. Es decir, el perfil más adecuado para un puesto de empleo no es aquel que tiene más títulos en el currículum sino aquel que mejor se ajusta a las competencias que el empleado debe tener para realizar las tareas propias de ese puesto de empleo en concreto. Por esta razón, un currículum puede no ser elegido en una empresa, sin embargo, es el que más destaca en otra compañía.
Cada persona tiene sus propias dificultades, por tanto, cuando envidias a otros compañeros piensa si realmente conoces toda la información de su situación como para tener una visión objetiva de sus circunstancias. Por ejemplo, es posible que no tengas en cuenta las decepciones profesionales, las horas de esfuerzo, la constancia y la superación invertidas en una meta.
Cambia el foco de la envidia por la admiración. Cuando tienes envidia de una persona te posicionas ante ella como si fuese tu enemigo, por el contrario, cuando sientes admiración por otra persona se convierte en un referente a seguir. La envidia nubla tu mirada y no te deja aprender, por el contrario, la admiración es un ingrediente de mentoring.
Invierte tiempo en formación porque esta preparación es la mejor opción para optar a mejores puestos de empleo con mejores condiciones salariales. Cuando sientes envidia de otra persona infravaloras tu propia realidad, por el contrario, cuando pones en práctica tu superación personal adoptas un concepto de suerte diferente al influir sobre tu destino en aquello que depende de ti.
Cuando sientas envidia por un compañero intenta tener empatía con su posición. Imagina que eres tú quien ha logrado ese objetivo. ¿Cómo te gustaría que reaccionasen las personas contigo en ese caso? Este ejercicio de imaginación puede ayudarte a ponerte en el lugar del otro.
Qué hacer cuando te tienen envidia en el trabajo
Sin embargo, la envidia es un sentimiento que no solo puedes experimentar como protagonista, otras personas también pueden envidiarte a ti. Evidentemente, tú no tienes el control de la situación cuando se trata de evitar que cualquier persona pueda sentirse de este modo contigo. Sin embargo, sí puedes influir para crear vínculos sanos de compañerismo y aprender a tratar con personas envidiosas:
No cambies en tu trato hacia los demás aunque tus circunstancias cambien. Esta es una de las premisas más importantes. Tal vez has logrado un éxito, sin embargo, tu núcleo personal sigue siendo el mismo porque tu valor como persona trasciende a este hecho concreto. Cuando la humildad y la sencillez en el trato hacia los demás describen tu modo de ser, entonces, estas cualidades son realmente admirables.
Ayuda a los demás y consulta tus dudas cuando lo necesites. En relación con el punto anterior, una consecuencia natural de la humildad es la de tener una disposición activa para colaborar al compartir el propio conocimiento, pero también, para tener el interés de obtener nuevas ideas gracias al punto de vista de los otros.
Cuidado con el afán de protagonismo en las reuniones o en el trabajo en equipo. Tú tienes tu espacio, pero también tienes que respetar el de los demás. Utiliza tu propio sentido común al no monopolizar el turno de palabra en cualquier contexto. Aprende a escuchar.
Intenta mantenerte ajeno a cualquier conversación en la que el tema de la misma sea una crítica destructiva hacia alguien que no está presente. Es decir, sé una persona transparente en el trato para que los demás perciban la autenticidad que hay en ti en tus comportamientos.
Si tienes la oportunidad de presentar ideas innovadoras para mejorar el trabajo en la empresa, entonces, plantea soluciones que puedan ser una mejora general para ti y tus compañeros. Más allá de cualquier tipo de visión individualista, encuentra espacio también para el bien común.
No puedes caer bien a todo el mundo, por tanto, cuando un compañero siente envidia por ti no entres en el juego de creer que tú tienes que hacer algo para cambiar esta situación. Intenta tratar a esa persona con cordialidad y centra tu atención principal en aquellos compañeros que son tu principal apoyo.
Causas de los celos en el trabajo
Para comprender la envidia y saber cómo protegerse de ella, también es recomendable entender por qué se produce, es decir, diagnosticar las razones que la acompañan:
Favoritismo. Cuando los empleados observan diferencias visibles en el trato recibido por parte de la organización, cuando muchos de ellos se sienten en un segundo plano frente al protagonismo frecuente de uno o varios compañeros, entonces, este trato desigual debe ser corregido por el departamento de recursos humanos.
Carencias internas. Los empleados también trasladan a su trabajo diario en la empresa las inseguridades que acumulan en torno a su propio desempeño profesional o al modo en el que se perciben a sí mismos. Una baja autoestima eleva el riesgo de sufrir envidia en algún momento de la carrera profesional porque el afectado se compara constantemente con los demás. La envidia es una consecuencia de esta tendencia a la comparación.
Juego psicológico. A algunas personas les encanta presumir de sus méritos, ponen su valor en el propio deseo de sentirse admiradas por los demás. Es el perfil de la persona vanidosa. Es decir, buscan el reconocimiento constante del otro. Pero, sin duda, además de admiración también pueden despertar envidia.
Ausencia de trabajo en equipo. Un grupo de personas no constituye por sí mismo un equipo. Cuando en una empresa existe un ambiente de individualismo y rivalidad frente al otro, mientras que un entorno humano impulsa a sus integrantes a dar lo mejor de sí mismos, por el contrario, un entorno marcado por estos vampiros emocionales produce el efecto contrario.
Estar muy lejos de ese estado ideal que un día soñaste alcanzar. Tener la sensación de haberte quedado estancado en un punto de tu camino. En ese caso, esta frustración también puede incrementar el riesgo de sufrir celos hacia aquellas personas que sí han logrado este objetivo.
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